El de Bryan Adams fue un concierto para no olvidar. Uno de esos que permanecen casi intactos en la memoria a pesar del paso de los años.
Fue en el Bizkaia Arena de la BEC (Bilbao Exibithion Center).el 5 de febrero de 2005. Con este concierto se inauguró ese pabellón, el Bizkaia Arena, destinado a actos culturales y deportivos. Tiene una capacidad para casi 12.000 personas y puedo asegurar que ese día estaba prácticamente al completo. Las fechas rondaban los carnavales y algunas personas se atrevieron a acudir disfrazadas al concierto. El público era variado, adolescentes quinceañeros, padres, cuadrillas, familias completas...
El concierto fue una especie de recopilatorio de toda su carrera. Cantó todas las canciones más populares. Fue como estar escuchando su álbum “The Best of me” en directo.
Cuando llegamos al recinto, nos apresuramos para poder coger un asiento cercano al escenario dentro de nuestra grada. Después de un tiempo prudencial de espera empezó el concierto y yo no me lo podía creer. Estaba viendo con mis propios ojos a toda una leyenda del Rock. Realmente supe en esos momentos que era un concierto de los grandes. Dos pantallas gigantes colocadas estratégicamente nos permitieron observar cada gesto del cantante. La verdad es que yo me quede realmente sorprendida al ver que tenía la cara llena de arrugas. Supongo que los años pasan para todos por igual.
Lo mejor de la noche vino cuando Bryan en un castellano un tanto inglés invitó a una chica a subir al escenario. Iban a cantar juntos una canción: “Baby when you're gone”, probablemente su tema más conocido. Supongo que en ese momento todos los que allí estábamos envidiamos a esa chica.
Después sonaron clásicos como “Summer of 69” y “Everything I do (I do it for you”)... Creo que nunca he vuelto a ver algo así. No creo que hubiera ni una sola persona en el recinto que no estuviera cantando y bailando al ritmo del canadiense.
María
lunes, 20 de octubre de 2008
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