En septiembre del año pasado Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina hicieron una parada en Bilbao dentro de su gira común llamada "Dos pájaros de un tiro".
A mi madre le gustan mucho los dos, así que pensó que era una oportunidad poder escucharlos en directo y a la vez. Mi padre no tenia demasiadas ganas de ir al concierto, así que yo me animé y decidí acompañarla.
Como los buenos artistas, se retrasaron lo justo antes de entrar triunfantes en el escenario. Para sorpresa de los que allí estábamos, al comienzo del espectáculo nos pusieron un video en el que aparecía Iñaki Gabilondo diciendo que no era posible la asistencia al concierto de Serrat y Sabina. Yo por supuesto, no me lo creí, pero seguro que hubo algún ingenuo que comenzó a preocuparse...
Poco después aparecieron sobre el escenario. Entre los aplausos del público comenzaron las canciones a dúo. Empezaron a entonar temas conocidos, debo señalar que con una calidad extraordinaria. El humor se mezclaba con la música.
Crearon un ambiente de “buen rollito” que se extendía por toda la plaza de toros. Se notaba que ellos estaban disfrutando y eso se transmitía a todos nosotros.
Supongo que fue una oportunidad única. A ver cuando se dejan caer de nuevo por aquí, juntos o por separado. Aunque no estaría nada mal que nos volvieran a deleitar con otra nueva gira en conjunto.
A mi madre le gustan mucho los dos, así que pensó que era una oportunidad poder escucharlos en directo y a la vez. Mi padre no tenia demasiadas ganas de ir al concierto, así que yo me animé y decidí acompañarla.
Como los buenos artistas, se retrasaron lo justo antes de entrar triunfantes en el escenario. Para sorpresa de los que allí estábamos, al comienzo del espectáculo nos pusieron un video en el que aparecía Iñaki Gabilondo diciendo que no era posible la asistencia al concierto de Serrat y Sabina. Yo por supuesto, no me lo creí, pero seguro que hubo algún ingenuo que comenzó a preocuparse...
Poco después aparecieron sobre el escenario. Entre los aplausos del público comenzaron las canciones a dúo. Empezaron a entonar temas conocidos, debo señalar que con una calidad extraordinaria. El humor se mezclaba con la música.
Crearon un ambiente de “buen rollito” que se extendía por toda la plaza de toros. Se notaba que ellos estaban disfrutando y eso se transmitía a todos nosotros.
Supongo que fue una oportunidad única. A ver cuando se dejan caer de nuevo por aquí, juntos o por separado. Aunque no estaría nada mal que nos volvieran a deleitar con otra nueva gira en conjunto.
María
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