El pasado sábado fui con mi familia al concierto de las Corales de San Antonio de Iralabarri y Vinalopó de Alicante junto con Mocedades. Tuvo lugar a las 8 de la tarde en en Palacio Euskalduna. De vez en cuando me gusta acudir a este tipo de conciertos, me parecen realmente buenos.
Imaginaros más de 150 voces, a distintos tonos, cada una a su nivel, entonando una misma pieza… Interpretaron temas de muy diverso carácter: folklore euskaldun, piezas navideñas, temas de cantautores contemporáneos … El caso es que me pareció una experiencia única.
Cuando entramos, nos colocamos en nuestras localidades que estaban bastante cerca del escenario. Tuvimos suerte porque mi tía canta en una coral y consiguió unas entradas en buena zona. Así que podemos decir que no fue solo un deleite para los oídos sino que también para la vista. Porque la verdad es que imponme ver a ciento y pico personas subidas a un escenario.
El auditorium del palacio se quedaba pequeño para albergar las brillantes voces de la Coral. Una multitud de sensaciones te recorren en cuerpo cuando suenan temas conocidos de Mocedades, como el “Eres tu..” junto con un fondo de voces angelicales…
En medio del espectáculo, hicieron una parada de media hora, supongo que para cargar fuerzas y beber un poquillo de agua. A nosotros nos pareción un poquillo larga la espera, pero supongo que era necesaria…
Además el motivo del concierto era con fines solidarios. El dinero que recaudaban con la venta de las entradas estaba destinado a la ayuda humanitaria. Concretamente al comedor de los Franciscanos de Iralabarri que esta situado en Bilbao y lleva varios años dando la oportunidad de llevarse algo caliente a la boca a los que mas lo necesitan.
Imaginaros más de 150 voces, a distintos tonos, cada una a su nivel, entonando una misma pieza… Interpretaron temas de muy diverso carácter: folklore euskaldun, piezas navideñas, temas de cantautores contemporáneos … El caso es que me pareció una experiencia única.
Cuando entramos, nos colocamos en nuestras localidades que estaban bastante cerca del escenario. Tuvimos suerte porque mi tía canta en una coral y consiguió unas entradas en buena zona. Así que podemos decir que no fue solo un deleite para los oídos sino que también para la vista. Porque la verdad es que imponme ver a ciento y pico personas subidas a un escenario.
El auditorium del palacio se quedaba pequeño para albergar las brillantes voces de la Coral. Una multitud de sensaciones te recorren en cuerpo cuando suenan temas conocidos de Mocedades, como el “Eres tu..” junto con un fondo de voces angelicales…
En medio del espectáculo, hicieron una parada de media hora, supongo que para cargar fuerzas y beber un poquillo de agua. A nosotros nos pareción un poquillo larga la espera, pero supongo que era necesaria…
Además el motivo del concierto era con fines solidarios. El dinero que recaudaban con la venta de las entradas estaba destinado a la ayuda humanitaria. Concretamente al comedor de los Franciscanos de Iralabarri que esta situado en Bilbao y lleva varios años dando la oportunidad de llevarse algo caliente a la boca a los que mas lo necesitan.
María
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